¿Por qué las pruebas de software son imprescindibles para asegurar un producto final lo más estable posible? El testing o pruebas de software son la piedra angular que garantiza la calidad, fiabilidad y seguridad del desarrollo de una aplicación. Son, por lo tanto, pruebas de verificación que se ejecutan con la finalidad de encontrar errores de la forma más eficaz y temprana posible. Esta investigación sirve para posteriormente presentar a los interesados o clientes (stakeholders) información sobre la calidad del producto que se encuentra bajo testeo. Dichas pruebas pueden basarse, tal y como veremos a continuación, tanto en la composición del software o su estructura interna, como en el propósito de negocio previsto para dicho software, es decir, su aspecto funcional.

Testear es mucho más que ejecutar pruebas para localizar errores

El testeo o ejecución de las pruebas de software requieren de un equipo profesional altamente cualificado detrás. Para operar un producto y validar un resultado específico necesitamos comprender su contexto; entender la aplicación desde una perspectiva global, explorando y experimentando. Por ello, han de crearse las condiciones necesarias para la correcta evaluación del producto y ser capaces de comunicar esta experiencia. Solamente de este modo nuestros clientes podrán tomar las decisiones oportunas una vez les hayan sido reportados los resultados del testeo.

Verificación y validación: mellizas (pero no gemelas) del testing

Cuando se habla de pruebas de software hay dos conceptos clave que vertebran los discursos. Es importante tener en cuenta que no son sinónimos. Se trata de la verificación vs la validación.

  • La verificación es un proceso de comprobación de los resultados del diseño y su comparación con los requisitos de software especificados. De modo que es un proceso de examen del producto en su fase de desarrollo. Tiene que ver con los requerimientos del propio software.
  • La validación implica examinar las especificaciones del software en relación con las necesidades del usuario. Es el conjunto de procesos que aseguran la “trazabilidad” del software conforme a tales necesidades. Corresponde su aplicación al final del proceso de desarrollo del software. Tiene que ver con los requerimientos del cliente final.

Tipos de pruebas y técnicas de software

Principalmente las pruebas de software pueden dividirse en cuatro grandes grupos de forma bastante gráfica.

    • Pruebas de caja negra. “Lo que el sistema hace”. Tienen en cuenta el comportamiento del software desde una perspectiva externa. No implica una profundización en las tripas del software, por así decirlo. Se dirigen a la ejecución de casos de prueba en los requisitos funcionales para determinar si los resultados son aceptables. Es el tipo de testeo más común: proporcionar valores de entrada al sistema, realizar acciones dentro de él y esperar a que el sistema muestre el resultado. Al no verse lo que sucede dentro y solamente apreciarse la información que entra y la que sale es por lo que recibe el nombre de “caja negra”.En este sentido podemos hablar tanto de pruebas funcionales (Pruebas de Seguridad o Pruebas de Interoperabilidad) como de pruebas no funcionales (tales como Rendimiento, Carga, Estrés, Usabilidad o Fiabilidad). Las pruebas no funcionales atienden precisamente a esa noción de “cómo trabaja el sistema”.
    • Pruebas de caja blanca o pruebas estructurales. “Cómo es el sistema por dentro”. Son aquellas que sí analizan y examinan las tripas de la aplicación. Están orientadas a escudriñar la estructura interna del software. El responsable de conducir las pruebas o tester se encarga de elegir unas entradas concretas para recorrer unas rutas de código específicas y así determinar cuáles serán las salidas adecuadas. Para elaborar este tipo de casos de pruebas es necesario tener muy en cuenta conocimientos de programación. Generalmente se utilizan a nivel de cada función del sistema de forma aislada. La principal desventaja de este enfoque de lógica interna podría resumirse en que “existen demasiados caminos posibles.
    • Pruebas de caja gris son aquellas que combinan las dos perspectivas anteriormente descritas: la de caja negra y la de caja blanca. En ellas la estructura interna se conoce parcialmente. Tienen como objetivo buscar los defectos o los errores que pueden surgir por un uso indebido o por una estructura incorrecta.
    • Pruebas de regresión. Son aquellas pruebas derivadas concretamente de la realización de cambios. Altamente interesantes y necesarias. Consisten en volver a probar un componente una vez éste ha sido modificado, para descubrir si en efecto aparecen defectos que hayan podido agregarse como consecuencia de dichos cambios. Al contar con bastante estabilidad, este tipo de pruebas suelen ser sometidas a automatización para contribuir con la eficiencia. El testing de regresión se aplica por lo tanto en funcionalidades que ya existían previamente, generalmente porque se han modificado o arreglado. Una reparación puede conllevar perfectamente que nuevos errores se agreguen. De ahí la necesidad de aplicar estas pruebas.

SIPSA: especialistas ante los principales retos de las pruebas de software

Cada vez parece que somos todos más conscientes de que la realización de pruebas de software no es algo caprichoso ni opcional. La absoluta necesidad del testing en la calidad del producto final es incuestionable. Por ello, contar con herramientas, soluciones y manos especializadas en este sentido es un sinónimo de seguridad y fiabilidad. En SIPSA estaremos encantados de responder a todas las cuestiones que puedan surgirte en torno a las pruebas de software. Proporcionamos soluciones y servicios de informática profesional desde 1985, siendo muy conscientes de la vanguardia en la innovación tecnológica, y apoyando a las empresas en su camino hacia la solución de problemas de información y comunicación. ¡No dudes en contactarnos!